Había llegado el momento de que sus pieles se conocieran, de que se fundieran en una simbiosis perfecta de armonía y placer. Sus pechos, siempre imaginados, se erigían sobre aquel cuerpo moldeado con las curvas perfectas a la espera de sentir el calor de la piel que iba en su encuentro. El tan solo roce de sus dedos provocaba que sus ganas fuesen en aumento. Sabían perfectamente qué presión ejercer y en qué lugar. A veces pequeños pellizcos, otras un suave masaje iban haciendo que sus cuerpos totalmente desnudos hablaran un idioma que hasta ahora desconocían. De sus labios afloraban susurros casi imperceptibles que tan solo ellos entendían. Haciendo del tiempo una sucesión de momentos regalados se entregaron a lo que el deseo ahora les dictaba. Momentos privados cargados de emociones que se almacenarían en el recuerdo de sus mentes y de sus pieles. Momentos únicos en los que se desnudaban por dentro y por fuera para regalarse todo lo que tenían guardado. Momentos secretos para intercambiar aquello que tan solo sus sueños conocían. ©
!! Me encantas como escribes !!! Gracias
ResponderEliminarGracias a ti Vicky.
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