El horizonte de tu piel
es un espejismo
que no alcanzo con la mano;
un tesoro prohibido,
una fiesta privada.
Avanzo hacia ti,
cada vez estás más lejos,
más inaccesible,
te difuminas con las nubes
de mi imaginación.
Tu existencia es algo irreal,
etéreo para mis ojos,
volátil en mis manos,
abstracto en mi mente.
Traduzco tu mirada
en mil sensaciones
que invaden mi cuerpo,
que taladran mi alma.
Pinto de gris mi memoria
para esconderte de mis recuerdos,
para poder olvidar...
que no existes en mí.
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