Le dio alas en el cielo prohibido,
alas para no poder volar.
Le dio alas con pesadas plumas,
cargadas de decepción.
Solo eran alas para soñar,
para soñar lo que nunca haría.
Soñaría un vuelo sobre su piel,
planeando sobre el placer.
Se fue con sus alas rotas
y las plumas manchadas de pena.
Y voló lejos...
lejos del cielo prohibido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario