Tenemos un gobierno servilista y temeroso de la banca. No sirve al pueblo si no que es lacayo de la banca.
El gobierno dice que confía en la responsabilidad de todos los españoles para asumir la reforma laboral y atacar la crisis. El problema es que los españoles no confiamos en el gobierno ni en su puñetera reforma laboral.
Según la ley estamos bajo la protección del Estado, pero ¿quién nos protege del Estado?
Vivimos en un país de derecho en el que el derecho es solamente una carrera universitaria.
He encontrado varios parecidos entre el tabaco y los políticos: ambos son perjudiciales, cada vez cuestan más y cuando tienes uno a mano lo primero que piensas es prenderle fuego.
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