Cuando te sientas solo y necesites la compañía de alguien que no te la puede dar, cierra los ojos... Cierra los ojos y deja volar tu imaginación. Podrás comprobar que tú solo tienes la capacidad de proveerte de la compañía perfecta. Imagina que estás con la persona perfecta en el momento adecuado y en un ambiente sublime. Alcanzar esto momentos de plenitud es algo que nadie más te puede dar. Una sonrisa asomará en tus labios y podrás conocer el auténtico sentido de la perfección de la soledad. Un momento cargado de intimidad personal. Deja que tu imaginación te llene de felicidad completa.
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