Lo daría todo por no cambiar lo que fui,
lo que hice y lo que viví.
Lo daría todo por repetir esas alegrías,
enfados y experiencias.
Lo daría todo por volver a conoceros,
a encontrarnos, a querernos.
Lo daría todo por volver a fallar donde fallé,
lecciones de vida necesarias y superadas.
Lo daría todo por llegar a donde estoy,
sin cambiar un solo paso.
Y aunque lo daría todo por todo lo que viví,
lo doy todo por seguir adelante,
mirando a veces hacia el pasado,
como contemplando un álbum de fotos,
pero sin retroceder.
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