para estrenarla en su presencia.
Reservó sus besos para no gastarlos,
Sus brazos no rodearon a nadie,
esperando que llenara el vacío.
Sus ojos lloraron su ausencia
empañados en tristeza.
Y sus ojos secos ya,
no vieron su llegada.
Sus brazos se acomodaron al vacío.
Sus labios se olvidaron de besar.
Y su sonrisa se perdió para siempre.
Y esperando quedó ...
sin vivir por esperar.
Seguro, pienso leerlo muy detenidamente.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarRepito pués no se que hice con el anterior comentario pués dice suprimido....
EliminarAy! la vida...
Los quiero todos ya en un libro, me encanta como te espresas.
Ah! espero que no sea este tu caso. Un besazo guapa.