CARTA

   Estimada persona X:

   Me dirijo a usted para decirle que la vida es un don que nos ganamos día a día con nuestras acciones, con nuestros sentimientos. El aprovechamiento de esta debe ser contínuo. La alegría ha de ser una meta que hay que tener indefinidamente sin dejar que nada ni nadie nos estorpezca nuestro camino hacia su logro. La amistad es algo que tenemos que cultivar y cuidar como si de un objeto frágil se tratara. El amor es uno de nuestros más preciados bienes que hay que alimentar con la ternura, el cariño y a veces el deseo. El miedo lo debemos considerar como un arma de defensa pero nunca como algo que nos impida nuestros objetivos. La fortaleza es algo que vamos adquiriendo a lo largo de nuestras vidas y nos ayuda a superarnos. Los sentimientos, positivos y negativos, marcan nuestro camino y son los que conforman nuestra personalidad, única en cada individuo.

   Todo este conglomerado se une para dar forma a la persona que somos. Persona que va cambiando y perfeccionándose día a día, a medida que vamos teniendo nuestras propias vivencias. Todo ello es el motor de nuestras vidas y si falta alguna pieza nuestra máquina no funcionaría de la manera adecuada.