No te conozco.
Por eso te invento.
Te inventa mi piel
que despierta con tus dedos de sueño.
Mis labios te inventan
cuando son besados por tu espejismo.
Y yo...
yo invento palabras
en tu boca imaginaria.
Palabras que me hablan,
que me ilusionan el alma.
Palabras que deseo escuchar
de una voz que no conozco.
Y así
vives en mí,
dentro de mí,
porque te siento
como si fueras real.
©
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