Cansada de tanta lluvia,
una lluvia que empapa mi piel
y lo que cubre mi piel.
Una lluvia que cala dentro,
que moja el alma.
Una lluvia de lágrimas mías
y de otros,
de gritos y desganas,
de esperas eternas,
de ilusiones lejanas.
Una lluvia de eterno invierno
que enfría los sueños,
que congela sonrisas,
que hiela el sol
que espera tras la ventana.
©
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