Arrancaré las malas hierbas de mi alma
aunque sangren todo el dolor que siento,
para poder retomar mi vida aparcada
en el umbral de esos etéreos recuerdos.
Porque los recuerdos sin hechos no son nada,
son vacío en un mar de palabras confusas
que en un principio creí que salían del alma
pero aprendí que solo eran mentiras duras.
El juego acabó cayendo por su peso
cargado de engaño y palabra banales,
en el que perdí aquella ilusión por entero,
mas tú perdiste el disfraz por callar tus verdades.
Mis palabras me ayudan a decir lo que siento,
a demostrarte que sin ti seguiré mi camino,
que te ayude a ti tu eterno silencio
que has usado como invisible puñal conmigo.
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