Mis letras te pertenecen,
tú las has provocado,
les has dado sentido,
vida,
color.
Sin ti,
carecerían de lógica.
Tú eres los textos que he escrito
y los que aun no he plasmado.
Tú vistes mis papeles blancos
de deseos y verdades,
de sueños y recuerdos,
de vida y sensaciones.
Contigo la tinta cobra vida,
el papel se transforma en una sábana,
una sábana a la espera de dos amantes.
Tú eres el que dicta
lo que mi mano ha de escribir.
Qué imágenes más reales, Ana.
ResponderEliminarEn horabuena, un abrazo.