Cualquier motivo para olvidarte
hará que piense más en ti.
Cualquier razón para no desearte
hará estremecer mi piel.
Cualquier circuntancia para odiarte
volverá ciego mi corazón.
Y cuando me resista a tu presencia
mis brazos suplicarán por ti.
Cuando ya no quiera escucharte,
oiré tus palabras en mi mente.
Cuando diga que ya no te quiero
mi alma acudirá en tu busca.
Porque mi alma se astía sin ti,
se parte en mil pedazos,
pedazos que solo tú sabes unir.
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