Después de todo,
tan solo eran palabras,
palabras escritas en un papel,
una detrás de otra,
en una secuencia...
que me enamoró.
Me atrapó el adjetivo que me dedicaste,
el verbo que accionaba al sustantivo.
Me enamoró la gramática
con la que me hacías el amor.
Ni tu voz,
ni tu mirada...
fueron simples palabras.
Después de todo,
tan solo eran palabras...
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