Que jamás se termine la tinta
que escribe nuestros deseos.
Que sea eterno el papel
en el que plasmo el placer.
Que nunca se agote la inspiración
para invertar besos,
para dar vida a los abrazos,
para poder matar la soledad.
Que nunca dejemos de escribir
nuestras pasiones,
nuestros sueños...
nuestras vidas.
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