El día que no me encuentres
tal vez ya te haya olvidado
o quizá tú ya no me busques,
pero de lo que no dudo,
es que yo seguiré estando aquí
y tú seguirás perdido en mí.
Y es que todo lo que tuve,
todo lo que quise y a quien quise,
hace morada en mí,
se queda por siempre,
en algún rincón,
en mi piel,
en mi mirada,
en mi sonrisa,
en mi recuerdo...
a veces adormecido,
a veces muy vivo.
Porque mi pasado
habita en mí
dándome la forma de lo que soy,
formando la mujer que vive en mí.
Nada muere,
la vida guarda los recuerdos
que la memoria olvida.
©
La vida ese transcurrir a pesar de los distintos avatares que nos sorprenden,queda en nuestra memoria de nuestros rincones nunca olvidados...
ResponderEliminar