jueves, 25 de julio de 2013

HISTORIA DE DOS



  Daba igual por donde empezara a besarla. Era casi un ritual obligado, obligado por la atracción que aquella blanca piel ejercía sobre sus labios. Casi se aprendía cada centímetro de ella mediante un sensual idioma en braille que le traducía, cada día, nuevas sensaciones a su boca. Ella, quieta y pacientemente se dejaba explorar por aquellos labios que la recorrían en un viaje en el que iba sembrando pequeñas semillas de placer. Notaba como su piel iba cambiando bajo aquellos labios. A su paso, de ella, iban brotando sensaciones que manaban desde dentro de su alma. Escribía sobre ella, cada día, una historia de dos. De ellos dos.
©

No hay comentarios:

Publicar un comentario