Abuelo, cuéntame un cuento como cuando la fruta sabía a fruta y los atardeceres eran momentos con sabor a cabello de ángel. Volvamos a los tiempos en que, sentada en tus rodillas, me hablabas de dos gatos que acudían todas las noches escaleras arriba. Recuérdame aquello del cuento de la buena pipa. Abuelo. ¿Te acuerdas de aquellas tardes jugando a jardineros? ¿Intentando plantar árboles de las pepitas de aquellas ácidas manzanas? Abuelo, vuelve a aquellos tiempos cuando me podía esconder debajo del pilón y trepaba por los árboles de aquella finca que para mí era un parque de juegos.
Abuelo, déjame volver a ser niña aunque sólo sea por unos momentos.
Hermosos recuerdos ... !! como volver a ser nignos , pero si lo podemos hacer '' recordando ',Lindo , me llevo a aquellos dias
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